jueves, 14 de junio de 2012

Reflexiones en un día estresado de mi vida...


En qué mundo vivimos…

En un mundo en el que sólo pensamos en nosotros mismos, en el que muy pocas veces  nos ponemos en la posición de los demás, en el que parece que nosotros somos los mejores del mundo mundial y lo que nos encanta es echar basura a los demás, sin darnos cuenta de que el otro tiene situaciones que no nos las mismas que las nuestras, que no deberíamos decir lo primero que nos sale de la cabeza, sino pensar en que los demás tienen sentimientos y podemos herirlos.

Que poco me gusta (y cada vez menos) los que se creen divinos de la muerte, los que se creen perfectos, los que, aunque seguramente sea un mecanismo de defensa, se blindan haciendo ver los fallos de los demás, sin pensar que nosotros también los tenemos. No reconocer nuestros propios errores y enfatizar los errores del resto está muy feo…

Me parece muy bien que la gente tenga la autoestima alta, pero de ahí a ir pisando la de los demás... ¿Por qué no intentamos entender más a los que tenemos alrededor, en vez de juzgar sin ninguna discriminación?

Y lo peor de todo es escuchar como algunos que se creen educadores utilizan a los niños para hacernos daño a los padres, cuanta pedagogía  de boquilla y que poca sensibilidad tienen algun@s.

Y cada día me doy cuenta de que cada vez me gusta más la gente normal… la que se calza los zapatos de los demás, para ponerse en su situación.

Porque cada uno tiene su vida, no duermes lo suficiente porque el niño se pone a vomitar por la noche, pones una lavadora por la noche, para que este lista por la mañana, cuando la vas a sacar te das cuenta de que algo de lo que has lavado lo necesitas para ya mismo, y pones una secadora, mientras estas preparando las mochilas, las bolsas de las extraescolares, los almuerzos, el desayuno, firmando las autorizaciones del cole para las salidas, vas a trabajar, a una hora de dónde vives, llegas tarde (o no tan pronto como hubieras querido), sales pronto (o más pronto de lo que quisieras), llegas con la lengua fuera a todo…

Llegas al colegio algo tarde (pero no del todo, no saquemos las cosas de quicio!) a recoger al niño y vestirle porque hoy es el día de su graduación de infantil (pasa a Primaria, gran paso!), parece que el personal del colegio donde llevas a los niños le dan más importancia a un acto más o menos “voluntario” y desde luego no oficial ni imprescindible (pero lo aceptamos como tal, porque si aceptas llevar a tus hijos a este tipo de colegios, debes aceptar las normas), que a si te matas por la carretera, o si te quedas sin trabajo porque no te da la vida, pero al final te paras a pensar en que es lo que nos parece importante en la vida, porque parece que es más importante hacer unas fotos que la vida de las familias… preferiría que hubieran dejado a mi hijo sin foto y en permanencia que no escuchar que es que al final el perjudicado sería mi hijo, porque no hubiera tenido un día estupendo de graduación… con estos comentarios, lo único que al final yo pienso es que jugamos a un juego en el que le damos importancia a cosas que no las tienen, y cada día comprendo menos a este tipo de personas que piensan que estas cosas son las más importante (nosotros hemos vivido sin graduaciones en los cambios de ciclo y sin tanta tontería, sin tanta superficialidad como tenemos ahora) y es que pienso que estamos perdiendo el rumbo… Para mí, hubiera sido más importante no pasar esta tarde, sinceramente, mi hijo no se va a traumatizar por no asistir a su graduación, estamos montando esta sociedad, creándonos necesidades insustanciales que nos inventamos, pero todo esto me hace reflexionar, y mucho… no sé si agradecer todo esto, que me abre más los ojos para ver lo que realmente merece la pena y lo que no … yo que, a pesar de todo soy de los que piensan que “todo el mundo es bueno, hasta que no se demuestra lo contrario”. No tengo que agradecer esta amarga tarde de graduación (y he preservado de mi malestar a mi hijo, que conste, para que el pasara una buena tarde), sólo sé que con estas cosas voy haciendo la selección de lo que no me vale en la vida…

Y también ves quien si que merece la pena cuidar para que siga a tu lado... quien te entiende y quien se calza tus zapatos... a estas pesonas si que le doy gracias por formar parte de mi vida...

Esto último es, en el fondo, la moraleja y lo positivo de toda esta situación…

Bss!

P.D.: Necesitaba soltarlo y compartirlo...

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